Hoy me gustaría recalcar lo importante que es el ritmo en los partidos y cómo podríamos conseguirlo.
Lo primero y más importante: ¿Para que? Bien, nosotros queremos tener a unos jugadores competentes y que puedan aguantar los 40 min al máximo. Ese "al máximo" se entiende que el partido tiene que ser de un ritmo estrepitoso (tanto en ataque como en defensa).
Pero, ¿cómo? Pues mi respuesta seria que el ritmo únicamente se consigue con ritmo, quiero decir; yo no voy a empezar a correr desde cero, sino que yo saldré a correr día tras día para mejorar mi forma, no?
Pues en el baloncesto es lo mismo, yo solo conseguiré ritmo en los partidos si asimilo ese ritmo en los entrenamientos. Hay que correr, saltar, defender, tirarse al suelo... todo eso con la máxima rapidez y potencia.
Para que mis jugadores puedan hacer eso pueden pasar dos cosas: Una que sean máquinas perfectas, jugadores de alta calidad que impliquen su propio ritmo (alto, se sobreentiende) en los entrenos y partidos.
La otra y muchísimo más común, es que yo tenga que implicarles ese ritmo siempre.
A mi parecer, un entrenador que sea un poco "pesado" en el sentido de que esté por ti, y intentando corregirte todo el rato, que chille y que meta caña no es malo. Al contrario, si yo dirijo un entreno creo que es lo que hago , o al menos debería hacer sea cual sea la categoría.
Chilla, grita, agótate y conseguirás ritmo.
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