Los amantes sin parquet

La temporada llega a su fin. Poco más de un mes y todo habrá terminado (si no ha terminado antes, claro está). Este post, va dirigido a todos aquellos entrenadores/jugadores que como yo, esta temporada, han tenido que entrenar en patios descubiertos, en colegios... en fin, una pista sin parquet. Como muchos ya sabréis, este año he entrenado una Escuela de Baloncesto. La verdad es que cogí este proyecto con mucha ilusión, nunca había llevado una Escuela y me parecía interesante el formar (y que me formen) niños de primero y segundo de primaria. 

Tras una temporada realmente divertida, creo que llega el momento de reflexionar sobre las cosas buenas y malas, sobre lo que hay que hacer y lo que no. Sobre el baloncesto para niños tan pequeños. Antes de comenzar, sí que me gustaría recalcar que lo que me haya servido a mi, no tiene porque servirte a ti, como entrenador, ya que todo método varia según las circunstancias a la que es sometido. Vamos allá:

POR ENCIMA DE TODO, LOS NIÑOS

Es lo más importante sin duda, así que en ellos se centrará todo nuestro trabajo. Y digo ellos no como un conjunto, sino individualmente. Habrá diferencias entre un niño y otro, tanto físicas como técnicas y tendrás que hacer mejorar al máximo cada uno de los "jugador@s" que tengas.

Para la máxima captación de tu atención aconsejaría una instrucción simple de un objetivo. Si puede ser, mucho mejor acompañándolo de un soporte visual, un ejemplo que puedes ser tú mismo. 

También hay que hacer cosas sencillas, muy sencillas. Este año me he dado cuenta que es mejor trabajar algo sencillo más veces que algo complicado una. Además si el juego/ejercicio dura 5-10 min mejor que si dura 10-15, porque el niño al final se acaba aburriendo y deja de trabajar con las mismas ganas. Y vale que hay que variar los ejercicios, pero también hay que repetirlos. Ellos mismos se darán cuenta de lo que han mejorado a lo largo de la temporada.  

TÚ ERES EL LÍDER, APROVÉCHALO

Corregir, evaluar y motivar van a ser tus tres conceptos clave para la temporada. Corregir errores, a veces incluso planteándoles preguntas para que piensen para qué han hecho eso y si está bien o no. Evaluar cada movimiento, y cada ejercicio, específicamente a cada jugador y globalmente al equipo. Y por último, motivar. Motivarte tú, como entrenador, motivar a tus jugadores haciendo ejercicios/juegos divertidos y atractivos para ellos e informarles de lo que hacen bien.  

Llevando una Escuela te das cuenta que los buenos equipos, se llevan solos. Es tremendamente complicado hacer un buen año "baloncestísticamente" hablando de estos equipos, pero empiezas a formar a personas, y esto no se paga ni con todo el dinero del mundo. Antes de acabar, me gustaría dar las gracias a los entrenadores que me han ayudado a encaminar este proyecto, tanto en coordinación como ayudando entreno tras entreno. Además, he de decir que de una cosa estoy muy seguro:

Este año, el que más ha aprendido, he sido yo.