Es así. Pasa en absolutamente todas las categorías, aunque predomine en los más pequeños. Pero, ¿cómo puedo conseguir llevar a un equipo bien encarrilado durante toda la temporada?
A nosotros nos interesa saber diferenciar entre "fuera de pista" y "dentro de pista". Por suerte o por desgracia ( creo que para mí ha sido una gran suerte ), he tenido entrenadores que diferenciaban muy bien este concepto, pero también he visto muchas veces que esto no es común en todos.
Para poder dar el máximo de mi equipo necesito que mentalmente esté al máximo. Para ello, creo que necesitamos ser un entrenador, un líder dentro de pista. Un jugador necesita una referencia para poder avanzar, y esa referencia necesita ser total y absolutamente respetada.
Por otra parte, cuando los jugadores salen del vestuario, necesitan un cierto relajamiento. Da igual cómo haya ido el partido, pero al siguiente día de entrenamiento deben de volver al 100%. Por eso, si ellos salen con la cara mirando al suelo, se debería utilizar una cierta psicología para animarles. Y al contrario, la excesiva euforia también es mala y se debe frenar de inmediato.
En resumen, la tremenda complejidad de la mente de los jugadores hace a los entrenadores polivalentes. Ya no sólo somos el señor que viene a los entrenamientos y partidos, nos dice cómo jugar y se va para su casa. Ahora necesitamos ser psicólogos antes que entrenadores para que nuestros jugadores den todo lo que puedan y más.
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